martes, 28 de mayo de 2013

Conversaciones Gays con Dios



En un post anterior mencioné  que estaba traduciendo el libro Conversaciones Gays con Dios de James Alexander Lanteaux. Un libro sin dudas fabuloso con una visión muy ortodoxa y correcta de la gracia de Dios respecto a los gays (y a todo el mundo) y un análisis muy cristiano acerca de  cómo los gays debemos tratar (y perdonar) a los que sin parar nos ofenden y nos tratan como si fuésemos criminales.

En este artículo les presento la traducción del capítulo 16 El Día del Juicio, sin duda uno de los que más me ha gustado. Y les dejo con un enlace al sitio donde pueden encontrar el libro.

Este capítulo lo publico luego de haber hablado con James via email y haber contado con su aprobación, sin dudas con deseos de que su certero mensaje llegue a muchos gays de habla hispana que ahora mismo posiblemente están sufriendo rechazos, abusos y vejaciones en sus casas, escuelas, familias, barrios, etc.


Espero que les guste. Adelanto que el libro usa un lenguaje irónico y palabras que pueden ofender a ciertas audiencias extremistas. Quizá esto puede resultar chocante para algunos, pero no tanto como el discurso de ciertos predicadores que induce al aislamiento, el rechazo y el suicidio de muchos chicos maravillosos que no saben como salir de su situación desesperada. 



TRADUCCION 



El Día del Juicio

Tú. Dios

El Día del Juicio. Qué pensamiento tan desalentador. Más aterrador que una inspección de Hacienda. Más inquietante que una audiencia en el Senado, que una demanda legal, que la inquisición religiosa o incluso que una intervención. “Hola soy James y soy alcohólico”.  Este es el día final en el que estarás  desnudo y acobardado delante de un Dios furioso e iracundo – donde habrá un infierno para hacerte pagar por todos los errores cometidos. Y para muchos de nosotros la lista será bien larga.

En  la tabla de contenidos dije: “Vas a tener que esperar y ver”. Y puede que sea la verdad más grande que haya escrito. Nadie sabe con seguridad lo que nos deparará ese día en que estaremos desnudos, y solos, frente a nuestro Dios puro e inmaculado.

Si eres gay, te habrán repetido hasta la saciedad lo pecador que eres. No habrás escuchado más que sermones y sermones llenos de ira y odio de parte toda clase de predicadores, pastores y bastardos furiosos y engreídos avenidos en jurado y juez- dejándonos saber del largo y doloroso camino que tendremos que andar.

Ese camino de perdición.

Pero si puedes recordar el capítulo 7 – el pecado no es esa cosa aterradora. Pecado sólo significa errar el blanco. Al errar el blanco no estamos desbaratando el plan perfecto de Dios – su idea original al crear al ser humano. ¡Diablos! Adán erró el blanco justo en la salida. Y no fue su culpa, fue por un error de Eva.
Quizá Dios debió haber creado a  Adán y Esteban. Mujeres. ¡Pueden ser tan complicadas! (Espero sepan que estoy de broma).

Y sinceramente, todos esos que no cesan de gritar acerca de nuestro pecado erran el blanco en miles de maneras diferentes. La diferencia es esta: ellos no son gays.

Pero la conclusión es esta: TODOS erramos el blanco hasta el día de nuestra muerte. En mi último aliento estaré codiciando Vicodin® y una copa de Bourbon. (Para mitigar el dolor.)

Escribir este capítulo me ha puesto muy nervioso. Yo no soy Dios y no tengo ni idea de lo que Él tiene en mente. También sé que este es el último capítulo que escribo y que las últimas palabras que te dejo-palabras que culminarán esta porción de nuestro viaje- quiero que sean perfectas y veraces.

Mientras le daba vueltas anoche a este asunto una y otra vez  -- me di cuenta que a medida que el lector se acerca al capítulo Día del Juicio- estaría sin duda diciéndose , He estado leyendo cerca de 151 páginas y aun no sé si piensas que ser gay es pecado o no.

Entonces me di cuenta.

Eso no importa.

No si ser gay es pecado o no - lo que no importa es lo que pienso yo.
Solo importa lo que piensa Dios. Y aunque yo no puedo empezar a imaginar todo lo que Dios piensa-(incluso Dios cambia de parecer de cuando en cuando… como cuando cambió las leyes dietéticas esenciales en la Visión de Pedro. Solo Dios sabe, quizá lo ha hecho de nuevo.) Una cosa he descubierto en este viaje: no siempre todo es blanco y negro.

Tienes que decidirlo tú en última instancia.

Creo que Dios tiene un camino especial para cada uno de sus hijos e hijas. Y cuando se trata del Día del Juicio estaremos desnudos y solos acercándonos a este amoroso y  glorioso Dios que puede estar o no sentado en un trono. Quizá este descalzo y sentado en la hierba. ¿Quién sabe?
Pero en vez de encontrarnos a un Dios de ira…

Sé que esto es un hecho.

Estarás caca a cara, por primera vez en tu vida-

con Amor
        Puro.

Te vas a sentir abrumado por el hecho de que eres amado. Serás arrasado por esta fuerza de amor que te dejara sin aliento y adicto, queriendo más.  Sera el mayor subidón que hayas experimentado jamás y será la primera vez que te sientas  “en casa”.  Porque has estado desplazado durante toda tu vida. Nunca a has sentido siquiera que pertenecías a un lugar.  Y no hay ni una razón para eso. Dios no te ha creado para encajar en el sistema que conocemos. Porque Él ha creado tu verdadero y eterno hogar.

Un increíble lugar en el que no necesitaras vagar más.  (Y ese lugar puede ser aquí - justo donde estas porque Jesús dijo que el Reino de Dios es aquí y ahora. Y cuando vivo en ese perfecto sitio de descanso- aprendo a  amarme a mí mismo y colocar mi miedo y odio en una repisa. Podemos vivir el paraíso AHORA.
Y todas esas palabras de juicio que te han gritado durante toda tu vida- simplemente se desmoronarán   en su luz perfecta.

Será glorioso, y no como algo que pueda ser representado en una reluciente pantalla de Hollywood-no importa cuán grande sea el presupuesto. No importa quién sea  el director. Será algo que está  más allá de tus sueños más descabellados.

Y de los míos.

El perfecto amor-echa fuera el temor. Y en el día final, mientras estás en la presencia de ese perfecto amor, lo último que te vas a sentir…

…es gay.

En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, serás transformado. Todas las cosas que habrías cambiado de tu persona-tu peso, tu egoísmo, tu odio, ti ira, tus celos, tu avaricia y tu mezquindad, incluso el “gran cañón” de tus jodidas necesidades.  Todas esas cosas van a ser borradas. El vacío se va a llenar. El viejo hombre va a ser eliminado y allí en ese momento un nuevo hombre vendrá a la vida. Y este nuevo hombre- este TÚ nuevo de paquete-va a escuchar estas palabras:

Bien hecho-bien hecho-mi amigo bueno y fiel. No te rendiste, te mantuviste hasta el final. Las cosas que se rompieron-las cosas que se desgarraron- son las cosas que ahora voy a reparar.

Y todo esto ocurre en un instante en la presencia de su amor perfecto.

Pero entonces la voz infernal regresa.

Oh, escucha a este hombre iluso hablar de amor, amor, amor. ¿Qué hay acerca de lo que dice la Escritura sobre el Día del Juicio en el que los pecadores van a pagar por sus obras y por las gentes a las que han engañado?

Lo siento mucho- creo que no te has dado cuenta.

Claramente no has prestado atención. O no pudiste creer que hubiera una intervención divina de esa clase…
Ese día ya llego.
El precio ha sido pagado ya.
El infierno envió la factura y Dios salvo la situación. 

No importa cuántas veces los orgullosos y los beatos hayan escuchado los sermones-parece que no logran atar cabos. El Juicio ya ha tenido lugar-los pecados de toda la humanidad están cubiertos por la sangre.

Todo esto le  importó a Dios lo suficiente como para enviar lo mejor-el sello distintivo de nuestra fe. El envió a su Hijo amado a permanecer solo y desnudo.


Justo allí, a la intemperie. Justo allí, en lugar nuestro.
Y aunque no tuvo pecado. Y aunque no era gay. Se hizo gay por ti. Y en ese momento el precio fue pagado.

Totalmente.

Él  fue brutalmente golpeado por los religiosos de su época- de seguro ellos lo entregaron a los romanos para que hicieran el trabajo sucio-pero ellos pusieron en marcha la maquinaria para que este tierno amante de la humanidad quedara  humillado, golpeado y sangrando -hasta el punto que era difícil reconocerle- en este largo, largo camino a la perdición- un camino por el que tú no has de transitar otra vez. Es una decisión simple que has de hacer.

Si puedes creer que, tu deuda ha sido pagada.

Jesús tomó tu lugar. Te ofreció vida, te ofreció paz, te limpió. De su rostro emana amor.

Él está loco de amor por ti. Realmente lo está, tú lo sabes.

Él fue tu suplente, tu doble en ese primer via crucis. Fue su papel de  toda la vida y el papel que le costó la vida.

Él estaba como tu suplente y como mi suplente- cuando los sentenciosos clavos de nueve pulgadas atravesaron sus miembros y su cuerpo palpitante estaba lleno de costras de sangre apelmazada…El, en vez de sentir odio-se puso incluso en el lugar de ellos…

Mientras luchaba por  su último aliento, usó esas últimas energías como combustible para su próxima acción… miró a sus atormentadores a los ojos y escogió amar.

Y perdonar.

     Perdónalos Padre, que no saben lo que hacen.

Los perdonó. Me perdonó. Y te perdonó. Incluso perdonó a aquellos que dan vueltas a los tornillos de la religión para hacer de nuestras vidas un infierno. Esos que dicen que aman a Jesús-pero no se preocupan mucho por ti.

Todo esto ocurrió en aquel día horrible. 

Experimentó la completa separación del amor de su Padre mientras llevaba el peso de todos nuestros pecados –sobre sus hombros. Sobre un madero. Solo. Mientras jadeaba su último aliento, sangre, amor,  saliva y sudor mezclados y derramados a la vista de todos.

Y este día de juicio se ocupó de toda nuestra deuda-y liberó a los cautivos.

De manera que cuando alguien te dice que Dios odia a los maricones-puedes saber instantáneamente que estás hablando con el padre de  mentira, porque ese dios no existe. Justo lo contrario-tu eres un tesoro a los ojos de tu Padre.  Hasta el punto que Él estuvo dispuesto a morir.

Por ti.
Por mí.
Por cualquiera que sea lo suficientemente tonto como para creer.
¿Qué clase de tonto cree?
Solo un tonto
Por el amor de Cristo.

El Día del Juicio. No es algo por lo que tengas que estar aterrado nunca más. Ni tienes que estar preocupado por los pecados de alguien-ni siquiera por los tuyos propios. Porque el mismo Dios pagó el precio-no hay amor más grande que este.

Entonces-que hay de lo del tema gay? Para aquellos que aún se hacen la pregunta…

El coro de los beatos no parece irse…

La respuesta es simple. Tú eres ahora mismo juez y jurado-y por decisión propia, puedes evitar la furia del infierno. Tienes el veredicto en tus propias manos. Tu deuda está pagada completamente. Ya. Por el Dios que se hizo hombre.

Créelo.

O no.

Vive en esa libertad-libérate de tus demonios y pon tus manos en las de Aquel que tanto te ama. Es un viaje largo. Si hay algo que Él quiere que cambies-estoy seguro que Él te lo hará saber.

(Él es judío, no lo olvides.)




Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida,

ni los ángeles ni los demonios,
ni lo presente ni lo por venir,
ni los poderes,

ni lo alto ni lo profundo,
ni cosa alguna en toda la creación,

podrá apartarnos del amor que Dios
nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor

-Romanos 8: 38-39  (NVI)


1 comentario:

  1. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA

    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente

    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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