La
baronesa Knight es de esas personas cuya mente continua funcionando a base de
estereotipos. Para ella los gays son
buenos en arte, antigüedades, moda; pero hay que mantenerlos alejados de los niños.
Hace
unos pocos días durante el debate acerca del matrimonio gay en la Casa de los
Lores, tuvo el desacierto de decir públicamente que “las personas no son
iguales: “los ciegos no ven, los homosexuales no deben casarse”. Esta mujer
durante los 80’s apoyo la ley Sección 28 que prohíbe la “promoción” de la
homosexualidad y no parece tener la intención de parar de hacer daño a la
comunidad gay, a la que dice pertenecen muchos de sus amigos.
Dice la
baronesa que tiene amigos gays. No sé si los gays a los que se refiere la
consideren amiga a ella. Por ejemplo su peluquero y su maquillista hacen todo
lo posible por dejarla en ridículo diariamente. No sé si como venganza por lo
de la Sección 28 o por alguna otra infamia. Igual es que no son gays y por
tanto no entienden de cosas artísticas.
Decir
que los gays son buenos en cosas de arte, moda, antigüedades y diseño; tiene el
mismo tinte racista y discriminatorio que decir que los negros son buenos para
la música y el deporte, los judíos para los negocios y las mujeres para la
cocina.
Decir
que los gays son pedófilos y que todo lo que ella hace es por la seguridad de
los niños británicos debería ser un delito comparado al enaltecimiento del
nazismo o de cualquier ideología totalitaria. Los mayores crímenes colectivos
que los seres humanos han cometido han sido en nombre del bien común- en nombre
de la protección de algún grupo humano.
Para Hitler la grandeza de la raza aria y de la patria alemana estaban
amenazadas por seres humanos defectuosos pertenecientes a otras razas. Escuchen
sus palabras:
“Hay que destruir al "insecto",
prohibir el matrimonio mixto que engendra "monstruos mitad hombres y mitad
monos" y acabar con la semilla hebrea en la tierra alemana”.
Estas palabras tuvieron un impacto enorme en las mentes alemanas que sufrían
una enorme crisis financiera y moral, y el resultado fue la muerte de millones
de judíos y otros tantos de no judíos (católicos, comunistas, gays, gitanos,
etc.).
La libertad de expresión es un bien inapreciable e imprescindible, pero ha
de ser bien vigilado y contrarrestado cuando esa libertad se utiliza para
quitarle la libertad a otros, o cuando esa libertad pone en peligro la vida y
la integridad de los demás.
No creo que tras las declaraciones de Knight las masas británicas salgan a
las calles a degollar a cuanto gay se cruce en su camino; pero sí creo que esas
palabras pueden agrandar la semilla del odio en ciertas mentes enfermas y darle
un sentido de aprobación a crímenes de odio como los que se cometen contra
homosexuales indefensos en las calles de nuestras ciudades y en nuestras
escuelas.
Hay que dejar bien claro que la inmensa mayoría de los actos pedófilos se
cometen por adultos heterosexuales miembros de la familia de la víctima. El
concepto de que los gays andan a la caza de niños desprevenidos para devorarlos
sexualmente o “volverlos” gays suena un poco a novelas de vampiros (es risible)
pero a la vez muy peligroso. Las mentes débiles, ignorantes o afectadas por
abusos sexuales durante la infancia pueden actuar guiadas por esta idea macabra
en contra de personas que nada tienen que ver con el asunto.
Lamentablemente la baronesa no es una voz aislada. Diariamente desde los micrófonos
en la radio, desde los pulpitos en las iglesias, desde las columnas en los
diarios y los programas de televisión, se lanzan mensajes de este tipo.
Mensajes que dicen que si normalizamos lo que no es normal y si damos
libertades a quienes no tienen derecho a gozar de libertades la sociedad entera
se vendrá abajo.
Las personas con dos dedos de frente se ríen ante estas declaraciones de
gente estúpida o mal intencionada, pero
no es para reírse. Así como las macabras ideas de Hitler fueron ignoradas o
subvaloradas por personas que no se sentían amenazadas por ellas, y por tanto
no fueron capaces de ponerle freno a tiempo; estas ideas no son contrarrestadas
hoy en día por personas que no se sienten atacadas directamente y que ignoran
el daño que estas palabras hacen. Ahora mismo algún niño que es o parece
homosexual está siendo humillado en alguna escuela por otros niños que creen que
los homosexuales son una amenaza para ellos, para su país, o para sus futuros
hijos. Ahora mismo a algún homosexual se le está negando un trabajo para evitar
este “problema”. Ahora mismo algún congresista está decidiendo votar en contra
de los derechos de los homosexuales, pues así como mucha gente decidió ser
negra después del fin de la discriminación, mucha gente puede optar por ser
homosexual si normalizamos este asunto. (No recuerdo de quien es esta idea,
pero me encanta y la uso).
Voy a terminar con estas palabras que son de sobra conocidas pero frecuentemente
olvidadas:
Cuando
los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé
silencio,
porque
yo no era comunista,
Cuando
encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé
silencio,
porque
yo no era socialdemócrata,
Cuando
vinieron a buscar a los sindicalistas,
no
protesté,
porque
yo no era sindicalista,
Cuando
vinieron a llevarse a los judíos,
no
protesté,
porque
yo no era judío,
Cuando
vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
Martin Niemöller
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